Anton Krupicka, famoso corredor americano del estado de Nebraska, fue arrastrado decenas de metros por una avalancha de nieve en la cara norte de la montaña Longs Peak (Colorado), lugar muy conocido por este atleta ya que la ha ascendido innumerables veces, conociéndola igual que la palma de su mano. El incidente terminó sin más repercusión que un intenso dolor en la rodilla derecha, la misma en la que anteriormente había tenido problemas físicos.
Anton, en su blog, ha comentado que la avalancha es un recordatorio de los peligros de la montaña, sobre todo en momentos de cambios climatológicos, como son los cambios de temperatura propios de la primavera, como consecuencia del típico deshielo que se produce en las montañas. Que lo que puede aprender de esta experiencia es la humildad y respeto al medio exterior, a la montaña en este caso, que hay tanto peligro como seguridad en ellas, que son fascinantes pero impredecibles y que nunca hay que confiarse, valorando en todo momento la situación en la que te encuentras.
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