jueves, 2 de mayo de 2013

TRAVESÍA DESDE LA GOMERA A TENERIFE 2013.





Tres intrépidos nadadores del Municipio de Santiago del Teide, intentarán, el sábado 4 de Mayo, realizar una travesía a nado desde la isla de la Gomera hasta la isla de Tenerife, concretamente, desde la Playa de la Cueva en San Sebastián de la Gomera hasta la Playa de la Arena en Santiago del Teide.
Los nadadores son José Juan Casañas, José Carlos Sánchez y Jonay García, y tendrán que cubrir una distancia aproximada de 40 Km, debiendo de superar las dificultades típicas de nadar en el mar, como podría ser el excesivo oleaje, las corrientes marinas, el viento y los seres vivos que habitan en este medio, que en este paso o canal entre la Gomera y Tenerife, existe una gran variedad de fauna marina, destacando la presencia cerca de costa, de especies pelágicas oceánicas, como tiburones (los martillos muy frecuentes), mantas, tortugas y cetáceos. Entre los últimos, son importantes las poblaciones residentes de calderón tropical, considerado la más importante del mundo y del delfín mular.
La concejalía de deportes del Ayuntamiento de la Villa Histórica de Santiago del Teide les da todo el apoyo posible para la realización de este increíble reto, poniendo a disposición de ellos todos los medios, logística y permisos necesarios para poder llevarlo a cabo.
Cuando algún canario escucha que se va a realizar este tipo de travesía, nos viene a la memoria, la bonita historia de Gara y Jonay.
Gara de la isla de la Gomera y Jonay de la isla de Tenerife, que se enamoraron cuando Jonay visitó, en tiempos de fiesta, la Gomera. Y por predicciones místicas, basadas en los chorros de agua de Epina y la erupción del volcán Echeyde (el Teide), tanto los padres de ella como los de él, les prohibieron estar juntos. Pero a pesar de esto, Jonay, príncipe del fuego, al regresar a Tenerife, preparó dos pieles de cabra infladas y se lanzó al mar durante la noche, rumbo a la Gomera, para reunirse con su amor. Contra todo pronóstico, consiguió llegar y reunirse en secreto con su amada, pero fueron perseguidos, huyendo hacia el interior del bosque del Cedro y al lugar más alto de la isla de la Gomera, donde esperaban encontrar refugio. Pero lo que encontraron fue la muerte, pues fueron acorralados, y ante la desesperación de pensar que iban a ser separados, y nunca podrían vivir juntos, tomaron una lanza afilada y, apoyándola en sus pechos se dieron un último abrazo en vida, para estar juntos en la muerte, pues prefirieron morir juntos a continuar sus vidas separados. Desde entonces esa montaña de bosque de Laurisilva se llama Garajonay.
Esta bonita historia nos recuerda la dificultad de este tipo de travesías, y los inconvenientes que plantean. Enseñándonos que cada uno busca dentro de su ser, la motivación necesaria para encontrar fuerzas y, poder superar cualquier obstáculo que se presenta.  


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